lunes, 4 de enero de 2016

Relación entre el adolescente y el profesor

Es un hecho que la educación está cambiando. Nosotros, futuros profesores, nos implicamos para que nuestros posibles alumnos estén inmersos en este mundo digital en el que vivimos a través del uso de los TIC's que la educación actual poco tiene que ver con la que hemos recibido nosotros, y que decir ya de la que recibieron nuestros padres.

Sin embargo, es complicado afirmar que la educación está avanzando cuando aún, como docentes, tenemos aún la asignatura más básica pendiente: el respeto hacia el profesor. ¿Pero es esto una conducta natural en los adolescentes o es algo que se debe cambiar?

Hoy el adolescente vive continuamente en una crisis, inseguro, y buscando constantemente su identidad. Idealismo y rebeldía, usada para diferenciarse, para ser original. Algunos dicen que en realidad los alumnos no han perdido el respeto sino que están pidiendo a gritos que se les pongan límites, y eso es realmente lo que hace falta en las aulas.

Las relaciones entre alumno y profesor será favorable si fluye entre ellos una comunicación efectiva y recíproca. Por este motivo, tiene gran importancia la comunicación como parte de los elementos básicos para la mejora entre la interacción entre alumno y profesor.

Educar es una labor humana por encima de todo, ya que se transmiten conocimientos pedagógicos, morales, personales, éticos... todo esto debe de ser asumido por el educador aunque hay muchos días en que los profesores salen de clase como si salieran de un campo de batalla. Es muy común que el alumno se presente ajeno a la clase. Este comportamiento en realidad es un reflejo de la sociedad. Una posibilidad podría ser que la escuela no está preparada para todos los rápidos cambios que se están produciendo. Los alumnos necesitan buenos modelos de conducta, diálogo, referentes sociales, ayudarles a pensar e incluso darle más importancia a la filosofía en las clases y por supuesto ponerle freno a determinadas actitudes. Es cierto que los profesores tienen demasiada responsabilidad aunque deberían ser más críticos consigo mismos también y pensar si las clases conectan con los intereses que tienen los estudiantes.

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