Un ejercicio muy interesante para desarrollar en una clase sería un test sociométrico para posteriormente hacer un sociograma. Antes de comenzar hablaríamos con la clase
para concienciarlos de la importancia en la sinceridad de sus respuestas y en
el anonimato que tendrán en todo momento.
Cuando la clase esté dispuesta a colaborar positivamente se
preguntará a la clase una cuestión del estilo “¿a quién/quienes de tus
compañeros elegirías para tomar un café?” y “¿a cuál/cuales de tus compañeros
no elegirías ni para tomarte un café?”. Pidiéndoles que, por favor, no escriban
más de tres nombres para ninguna de las respuestas.
La clase está compuesta por 27 integrantes de los cuales 12
son chicos y 15 son chicas. Tras recoger los papeles con las respuestas
elaboradas por los alumnos se pasa a tabular las respuestas y realizar una
tabla de la que se obtendría un gráfico como el siguiente:
De este gráfico a simple vista se puede deducir que la clase está dividida en dos grandes grupos sin casi nexos de unión. Los grupos en sí son muy distintos. Uno está muy centralizado con respecto a tres figuras centrales que tendrían el papel de líderes (un chico y dos chicas) sin embargo el otro grupo, más numeroso, está mucho más descentralizado ya que están más repartidas las preferencias. En el grupo más descentralizado podemos observar dos “cliques” o subgrupos que a su vez si están centralizados en torno a su líder.
Para finalizar tenemos dos chicas “aisladas” ya que ni eligen
ni son elegidas.
Habiendo hecho este ejercicio seremos conscientes de frente a que tipo de grupo nos encontramos y como afrontar los diversos problemas que pudieran surgir en este grupo. Algo muy interesante para la educación.
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